Os mostramos un poquito más de la evolución de obra de l’Alqueria 1918, mediante las fotografías de Ana Ferrero. Hoy queremos compartir con vosotros el patio, un espacio de transición entre el interior de la vivienda y la zona ajardinada exterior de la parcela. En la primera toma de contacto con la vivienda lo encontramos destrozado, lleno de basura, con las cubiertas inclinadas de las antiguas cuadras y granero caídas, una de ellas incluso se había sustituido por una cubierta de chapa. 

Aún así, enseguida nos percatamos de la potencialidad de este espacio, como nexo de unión entre el interior y el exterior de la vivienda, entre lo más íntimo y las zonas más públicas donde recibir a los invitados. Así pues, nos decidimos por reconstruir los volúmenes preexistentes y dotarlos de nuevos usos, más adecuados a la vida actual. La cuadra, se ha reconvertido en la lavandería doméstica, que a su vez dota de una zona cubierta al exterior, donde se alberga la barbacoa. El granero, se ha convertido en un precioso salón donde recibir a los invitados, a doble altura, con un banco de piedra en el lateral, preexistente que se ha recuperado y una preciosa chimenea al fondo, en breve os la mostraremos, que dota a este espacio de calidez.

Las fotografías muestran la transición que esta sufriendo este espacio en el proceso de la obra, la primera refleja el estado inicial, la segunda muestra como quedó tras la limpieza y demolición, en la tercera imagen podemos apreciar los volúmenes reconstruidos. La última fotografía muestra una vista de pájaro de este espacio, donde se entienden perfectamente los volúmenes y el vacio central.