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Piscinas con depuradora salina, ventajas e inconvenientes.

La cloración salina consiste en la desinfección del agua mediante el cloro propio de la sal, supone un tratamiento natural y poco nocivo para los usuarios y el medio ambiente. Supone un cambio en el sabor del agua de la piscina que pasa de ser dulce a ser levemente salada.

Se basada en la introducción de sal en la piscina, hasta conseguir la concentración deseada de 3000 ppm. Disuelta en el agua, la sal circula a través del circuito de depuración que cuenta con un dispositivo encargado de separar el sodio del cloro. Este se obtiene en forma de gas y posteriormente se combinará con el agua para convertirse en el agente desinfectante, asegurando el perfecto estado del agua de nuestra piscina. Se trata de un proceso sencillo mediante el cual producimos cloro de forma natural, contando con las siguientes ventajas:

Resulta un tratamiento inmensamente sencillo y cómodo, evitando la implicación directa y constante del personal de mantenimiento para realizar el proceso de desinfección. El usuario sólo tiene que controlar que no falte sal en la tolva de alimentación. La lámina de agua se mantiene nítida y clara, sin acumulaciones o marcas de cal en los revestimientos del vaso de la piscina, debido al efecto floculante del clorado natural gaseoso.

No se utilizan productos químicos, es de un proceso económico, tanto en cuanto a la inversión en productos químicos como en mantenimiento y se evitan las intoxicaciones derivadas de una mala utilización de los químicos. Al no ser corrosivo, la vida del clorador salino es mucho más larga que la de otros aparatos que requieren de productos químicos para mantener el agua de la piscina.

Se trata de un método muy respetuoso con el medio ambiente, solo implica materias primas como agua y sal, y energía eléctrica que se puede generar mediante una fuente renovable. La evaporación del cloro químico resulta muy contaminante para el medio, mientras que el natural no emite gases tóxicos considerándose sostenible.

También, es respetuoso con la dermis y los ojos de los usuarios, actuando como un antiséptico natural, que a su vez evita la formación de bacterias y algas en el agua. El cloro químico al mezclarse con sustancias como el sudor o la crema solar forma cloramina, una sustancia que afecta a nuestra piel y a nuestros ojos, irritabdolos. Esta reacción química se evita con la cloración salina, disfrutando de un baño mucho más sano y agradable. También, el ácido isocianúrico, un activo sintético que se encarga de evitar la evaporación del cloro, si no se controlan sus niveles resulta perjudicial para la piel y los ojos.

Los inconvenientes que encontramos respecto al método tradicional son, por ejemplo, que requiere una inversión inicial un poco más cuantiosa, ya que los equipos de depuración salina en el mercado actual tienen un sobre coste respecto a los tradicionales de cloro químico.

Además de la sal se debe añadir reguladores del pH para asegurar la eficacia del sistema y evitar que se produzcan deposiciones calcáreas en los electrodos de la célula del equipo de depuración. La cédula, es propensa a acumular suciedad, por tanto, requiere una limpieza y mantenimiento muy exhaustivos, para evitar un desgaste prematuro. Sin embargo gracias a los avances en la tecnología, muchos sistemas salinos actualmente no requieren de limpieza, es decir, son autolimpiables.