Rugi, es una casa centenaria de carácter señorial, cuya construcción inicial esta datada en la década de 1910. Enclavada en una manzana de casas entre medianeras, cuenta con alrededor de 300 m2 construidos, en un solar de 190 m2. Su tipología es la típica de aquella época, una vivienda estrecha y larga, con dos fachadas. La fachada principal vuelca a vía pública, mientras que la trasera que se abre a un patio interior, además la construcción se ilumina de forma puntual en su zona central mediante la utilización de lucernarios. También cuenta con la tradicional edificación auxiliar en la parte trasera del patio, conocida como “pallissa” en nuestro territorio, que albergaba los utensilios de trabajo del campo y los animales.

Nos recibe mediante un portón de madera que cuenta con artesanados y filigranas, integrado en el ritmo de huecos de la fachada principal, con un marcado carácter simétrico. El zócalo de piedra de Borriol abujardada alcanza media altura, dotando de protección a la parte baja de la fachada, el resto de esta, se encuentra revestido mediante enfoscado de cemento. Mediante un diseño de formas y relieves geométricos que refuerzan la simetría, pintados en dos tonos distintos para enfatiza la composición. La planta primera sobresale del plano de fachada formando un mirador, con grandes ventanales de madera, que domina el volumen de la misma. Sobre este encontramos un antepecho decorativo, que esconde la cubierta inclinada de teja árabe original de la construcción.

Acedemos a un amplio vestíbulo, revestido mediante un zócalo de mármol veteado, encontramos tres tonos distintos del mismo, que generan un ritmo continuo con una composición muy marcada y geométrica. El suelo está resulto mediante un mosaico blanco y negro de baldosa hidráulica, imitando un damero. En el lateral, encontramos una puerta de madera maciza de doble hoja, que da acceso al despacho o sala de recepción, donde los nobles atendían sus negocios, sin perder privacidad del resto de su domicilio. Al frente encontramos una bellísima puerta de marquetería muy trabajada, que, combinada con los vidrios ahumados, dota de privacidad necesaria al resto del vestíbulo. Tras cruzarla, nos encontramos en el corazón de la vivienda inicial, una preciosa escalinata de mármol. A la misma la acompaña una barandilla de hierro forjado y pasamanos de madera originales de la vivienda, que se encuentran en perfecto estado. Bañada por la luz natural del lucernario superior, la escalera crea un espacio que transmite serenidad y grandeza.

El damero del pavimento, el zócalo con su ritmo y la viguería vista de madera, dotan de continuidad a todos los espacios originales de la planta baja. El salón, asimismo queda bañado por luz natural, mediante otro lucernario que atraviesa las dos plantas. La permeabilidad visual, marcada por la lateralidad del espacio de circulación, nos permite observar dicha continuidad desde todos los espacios. La cocina, volcada a la fachada trasera, que desemboca en el patio, no forma parte del cuerpo original de la vivienda. Se trata de una ampliación de volumen, que se practicó a la misma entre los años 60 y 70. Desde el patio podemos observar como más tarde se generó un porche en parte del mismo, mediante la utilización de una cubierta ligera de chapa de sándwich.

El patio, de gran tamaño, alberga una piscina desmontable los meses de verano. En planta primera, de la fase constructiva original, tan solo encontramos el dormitorio principal volcado a la vía pública. Este es rico en detalles compositivos y decorativos, desde las baldosas hidráulicas que materializan el solado de la estancia mediante un juego cromático y gráfico, hasta las molduras de escayola, que revisten la estancia y la dotan de carácter propio. Sin olvidar los artesanados de madera, que dotan de esqueleto a los grandes huecos acristalados del mirador. El tramo escalera que conecta este piso con la azotea, se construyo durante la ampliación, esto queda patente en su revestimiento y barandilla.

La zona ampliada de la planta primera sigue el esquema de circulaciones laterales y espacios interiores sin iluminación y ventilación directas, debido a la tipología de parcela. La permeabilidad visual continua patente mediante los distribuidores conectados entre sí. Podemos observar como el lucernario se dispone en ambas plantas. Los suelos de estas estancias son hidráulicos y terrazo de poco interés estético. La estructura de la ampliación esta afectada por cementos alumínicos, por lo que nos vemos obligados a sustituir parte de la misma. El acceso a la azotea, se realiza mediante un espacio de uso indefinido. La impermeabilización de la misma se encuentra en mal estado y, además, como la vivienda cuenta con espacios exteriores en planta baja, prácticamente no se le da uso.

La vivienda será objeto de un proyecto de rehabilitación integral, en el cual procuraremos dotar de continuidad estética a todos los espacios de cada planta. Sobre todo actualizáremos sus estancias para que resulten cómodas y funcionales, en un siglo han variado mucho las necesidades de sus usuarios. A nivel de eficiencia energética estudiaremos como conseguir estándares que alcancen los exigidos por el Plan de Ayudas PREE, para que nuestros clientes se beneficien de las mismas. La reforma de cocina y baños, se realizará con el amparo de las subvenciones Plan Renhata 2021, que están a punto de ser convocadas.

En unos meses os mostraremos el resultado de nuestra intervención en la vivienda, en nuestra sección de Proyectos.

La autoría de las fotografías del estado inicial es de Ana Ferrero.